La ortodoncia es la especialidad de la odontología que se ocupa de prevenir y corregir alteraciones en el desarrollo de los dientes y los huesos de la boca y, por lo tanto, de prevenir también posibles patologías futuras derivadas de éstas.
Clásicamente es un tipo de tratamiento que suele hacerse en edades tempranas, pero el desarrollo de nuevas técnicas y materiales hace que a día de hoy sea habitual ver y tratar a pacientes adultos e incluso de cierta edad que se benefician de estos tratamientos.
A diferencia de lo que la población general piensa, el criterio estético no suele ser el principal motivo por el que realizamos a nuestros pacientes tratamientos de ortodoncia, sino por alteraciones funcionales. Al ser éstas tratadas, mejora no solo la calidad de vida del paciente y su capacidad masticatoria, sino que se previene un deterioro de las estructuras de la boca (desgastes irregulares y prematuros de dientes, problemas articulares y musculares, dolores de cabeza o cuello asociados) favoreciendo así el mantenimiento adecuado de la cavidad oral y mejorando notablemente la capacidad de higiene. Y de paso generando una bonita sonrisa.
Existen muchas técnicas dentro de este campo pero el tratamiento más habitual suele ser el de la colocación de brackets, que pueden ser de diferentes materiales, bien metálicos o estéticos. Además, a día de hoy, en nuestro centro disponemos de otras alternativas como la ortodoncia invisible (invisaling) o la ortodoncia lingual, que permitan realizar un tratamiento más discreto a nivel estético para el paciente.
Además, dentro de la ortodoncia cabe hacer mención a la ortodoncia interceptiva o fase de ortopedia, que es aquella fase del tratamiento que se realiza a edades muy tempranas buscando corregir los desajustes de crecimiento óseo. Éstos desajustes son la base de muchos problemas ortodónticos futuros y pueden corregirse mediante diferentes aparatologías que guían el correcto crecimiento y desarrollo de nuestros huesos.
La duración de los tratamientos es muy variable y depende de las circunstancias y complejidad de cada caso y también, en gran medida, de la colaboración del paciente con su especialista para conseguir resultados lo antes posible.